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Episodio 01: Big Ban
Si, si.. absolutamente todo, tan a wevo que sino hubiera sucedido, no estaríamos aquí. Un instante tan pequeño de 10-43 segundos, para que me entiendas, carnal, sería 0.000000000000000000000000000000000001, (casi cero, cero que se te cansa el dedo), que un wey llamado Robert Lévi, nombró el tiempo de Planck y ya de paso, esto llegó a ser el tiempo mínimo medido físicamente hablando, es lo que la ciencia llama el Big Bang, una super explosión bien caótica que te agarra en curva y te quedarías con cara de WHAAAT??, pues eso, pero bien machín.
Una explosión causada por la inmensa represión de energía que no se pudo contener, dando lugar a la creación de partículas, átomos, elementos que conformaron la materia y luego, pasado un chingo de tiempo o muchos millones de años después, creó lo que es ahora nuestro universo constante, armónico, único e inigualable, pa’ pronto que es mole de olla, nuestro universo bien chingón.
Somos la consecuencia, causa y razón de aquel instante, una explosión de energía que solo tiempo después nos mostraría aquel hermoso lienzo cubierto de un manto estelar y eléctrico, recubierto de millones y millones de estrellas “estáticas” y cuerpos luminosos que encandilan nuestra noche con su hermoso fulgor, guiándonos en travesías marinas, viajes y más, desde el inicio de nuestros tiempos en nuestro ínfimo planeta.
¿Imaginas ser bien chingón, tener superpoderes, y ya para terminarla de amolar por lo irreal de la situación, tener la capacidad de manipular esa cantidad de energía reprimida en el Big Bang? Bueno tampoco nos pasemos que ya parecen sueños guajiros, ¿pero te imaginas eso?
Para no columpiarnos tanto, imaginemos el poder de manipular apenas un rayo 
, ¿a qué ya cambia la cosa?, bueno tampoco pa’ que nos de toques, mejor solo imaginemos y volvamos a la historia.
El rayo es capaz de liberar energía ya sea destructiva, devastadora, o por otro lado es capaz de producir potencia y vida. Una dualidad narrada en el primer libro del consejo que atesora las tradiciones y costumbres Mayas, el Popol Vuh, cuando gracias al dios Yaluk, majestuosidad del trueno, rompe la piedra donde la semilla del maíz estaba presa y por ende es liberada para ser nuestra fuente de energía alimenticia, mítica y ancestral.
Acaso, ¿querían manipular esa devastadora fuente de energía o por el contrario estaban absortos y maravillados con tal muestra de poder de nuestra madre naturaleza?
Con el tiempo esa duda trascendió y no llegó sino hasta los tiempos modernos donde otro curioso wey, llamado Benjamín Franklin se le ocurrió la magnífica idea de volar un papalote ahí en medio del anochecer en plena tormenta y encima con una llave atada a la cuerda, por lo visto, se vé que no había televisiones.
En fin, continuemos, dice la historia que es la aproximación del ser humano a la manipulación de una ínfima parte de ese poder sublime, el poder de “bajar” de nuestro firmamento ese destello y guiar el rayo, el magnífico poder de manipular esa cantidad de electrones condensados en un destello y sentir su potencia. Siendo este el antecedente de lo que llamamos electricidad.
Si bien con este experimento casero no se formuló toda la parte científica de la electricidad. Con el tiempo aquellos curiosos se dieron cuenta que, si bien no se podía contener la energía eléctrica de un rayo, un poco de esto, si se podía manipular. Para los años de 1570 y 1580, otro wey, este era un filósofo inglés llamado William Gilbert, se centró en el estudio de los fenómenos electroestáticos y es quien le da el nombre a la electricidad.
Nombre que le dió a partir de los destellos observados describiéndolo con la palabra griega elektron que significa ámbar o muy brillante.
¡Pero estábamos leyendo sobre el Big Bang y terminamos en un electrón!, ¡Claro que sí!, ¿a que uno se pierde bien cañón?, pero nada que preocuparse.
Estamos hablando del inicio de todo, de aquello de donde salimos y que podemos manipular, pero ojo, ¡mucho ojo!, no podemos manipular un solo electrón, es más, nadie ha visto UNO solito.
La pantalla de tu compu o cel, sea donde sea que estes leyendo esto, esa pantalla trae millones de electrones, que equivaldrían a la energía contenida en los rayos y que todo esto es consecuencia e inicio en el Big Bang.
Y así es como somos parte del universo, de esa armonía, ese poder, esa energía… Provenimos de un instante, una explosión, somos parte de una generación, somos Es Generación.
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